Ludwika Paleta y Paulina Goto protagonizan la serie, sí palomera, pero con más mensajes racionales y feministas de lo que puedes creer

Empecé a ver la serie transmitida por Netflix con un sólo objetivo: divertirme, pues para mí pintaba como una historia rosa, palomera pues. Ah, qué equivocada estaba.
No quiero spoileartela pero si eres feminista o simplemente una mujer que se enorgullece de serlo, tienes que verla, ¡no te vas a arrepentir!
Si aún no te convenzo aquí te van 10 razones más:
Habla sin tapujos del amor entre personas del mismo sexo, sin dar explicaciones innecesarias, porque #loveislove, y da flojera que en varias series este tipo de temas deben tener mil justificaciones.
Sabemos lo difícil que se ha vuelto la convivencia entre la generación X y los millennials... ¡lo he vivido!, pero la serie nos demuestra que cuando trabajamos en un fin común y sin andar compitiendo, podemos lograrlo, ¡basta de inseguridades!
El soundtrack es muy bueno, con temas de buenazas, entre ellas: Francisca Valenzuela, Julieta Venegas, Vanessa Zamora, Bomba Stéreo y la misma Paulina Goto.
Muestra lo chingonas que podemos ser las mujeres en el mundo laboral y nos recuerda que no importa nuestro género, estrato social, preferencia sexual, estado civil, sí somos madres o no, nada es impedimento para cumplir a la perfección con sus responsabilidades.
Nos recuerda que una mujer no necesita de un hombre, o pareja, para alcanzar sus objetivos de forma exitosa y feliz.
Demuestra que entre mujeres podemos apoyarnos y aprender a evolucionar juntas, sin peleas o envidias.
La verdad es que el elenco se rifa: sobre todo Ludwika y Paulina, cada una personifica muy bien a sus personajes y nos hacen poner la piel chinita en más de un capítulo.
Retrata a las mujeres como somos: fuertes, independientes, pero también sensibles y en ocasiones hechas pedacitos, pero siempre con la fuerza para levantarnos.
La serie tiene capítulos cortos y llevaderos, con buen ritmo, se pasan de volada.
¿Has sigo juzgada en tu trabajo por ser mamá y profesionista, no sólo por hombres sino por mujeres? A mí sí me pasó en mi último empleo y es horrible; por eso me encanta una escena en donde Ludwika Paleta manda a todos a la rechi y los deja callados al hablar de sus aptitudes laborales y dejandoles en claro que también puede ser una mamà chingona, pues cambiar pañales también es una tarea para fregonas, ¡pos estos!